Terminada la conmemoración del Año
“Laudato Si”
con el mensaje del papa Francisco en 2015 que insta a los pueblos del mundo a caminar hacia la “conversión ecológica integral”, nos queda a tod@s la puesta en práctica del modelo de sociedad justo, solidario y respetuoso con la naturaleza que se desprende del mensaje de
“Laudato Si".
La puesta en práctica de ese modelo de sociedad , lleva a los católicos y otras personas de fe, a dirigir algunas demandas a los líderes políticos que participan en la COP 26 en Glasgow del 31 de octubre al 12 de noviembre.
“Los creyentes, independientemente de cuál sea nuestra tradición espiritual, compartimos un sentido trascendente de la vida humana, de la naturaleza y del cosmos. Por tanto, nos sentimos impulsados a reivindicar el valor de la Creación y promover un cambio de actuación respetuosa con la vida”,( Roser Bosch, bióloga ) “No olvidemos —advierte— que las religiones y tradiciones espirituales apuntan al corazón mismo de la persona y, como dice el papa Francisco en su encíclica “ no todo está perdido, porque el ser humano, capaz de degradarse hasta el extremo, también puede sobreponerse, volver a optar por el bien y regenerarse’”
QUÉ LES PEDIMOS A LOS DIRIGENTES PARTICIPANTES DE LA COP 26
- Mayor transparencia en materia ESG (inversión sostenible)
- Limitar la subida de la temperatura de la tierra
- Compromisos creíbles de descarbonización
- Que adopten compromisos concretos y revisables para hacer frente a la crisis planetaria .
- Que estén a la altura de las circunstancias y promuevan medidas para una reducción drástica de las emisiones de CO-2 y demás gases de efecto invernadero;
- Que impulsen también medidas para frenar la destrucción de ecosistemas y la pérdida de especies.
- Que reconozcan la deuda ecológica de las democracias industriales.
- Que acuerden reformas del sistema financiero.
- Que cancelen la deuda externa para que todos los países y pueblos del mundo puedan reactivar sus economías.
¿ A NOSOTROS ?
Es muy importante que casi 200 países se sienten juntos y puedan llegar a un consenso para cambiar el futuro de nuestro planeta , pero es urgente cambiar el presente de nuestras ciudades y ellas cambiarán, si nosotros cambiamos nuestros usos y abusos de la tierra.
NECESITAMOS
- Empezar a mirar de forma diferente el mundo en que vivimos para comprender que hay un nexo de unión entre la justicia social y la justicia ambiental
- Fomentar un nuevo estilo de vida que priorice, la sobriedad frente al desperdicio, el consumo responsable ante el consumismo, la acogida hacia el rechazo, la solidaridad y la cooperación ante la indiferencia y la competición
- Ver en los valores cristianos los elementos que afianzan una espiritualidad basada en el compartir, y la fraternidad universal, que se desprende del evangelio.
- Tener un compromiso socia. Es verdad que debemos cambiar personalmente y en pequeñas comunidades, pero también hemos generar un cambio global del sistema
Para el papa, la lucha por salvaguardar la tierra, tiene "el sabor de la esperanza”. “No hay duda —remarca el papa— de que la humanidad no ha contado con tantos medios para alcanzar este objetivo como los que tiene hoy”.