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El Covid no nos puede parar

Apostar por la vida, nos lleva a reinventarla a diario para seguir ofreciendo nuestra mano y nuestro apoyo. Puente de Esperanza sigue abierto y con todas las medidas de seguridad, vamos entrando en esa “nueva normalidad”, tan distinta …



Nuestros locales, solo están frecuentados con cita previa, echamos en falta la animación, el jaleo y la alegría que nos proporcionaban los encuentro. Pero Puente, está a la vez muy concurrido en las redes, desde donde se puede obtener toda la información y apuntarse a los cursos, que semana tras semana, pueden realizarse.

El trabajo de voluntarias no disminuye, pero se reinventa de forma diferente. Hemos aprendido a programar y subir tareas a la red. La comunicación por vía telemática, cada vez es más fluida y nuestras reuniones on line, está dejando un hándicap para la mayoría de nosotras. 

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