Cada 20 de junio, el mundo entero conmemora el día del refugiado, fecha para pensar, tomar conciencia y movilizarse a favor de los millones de personas que se han visto forzadas a huir de sus hogares. El Día Mundial del Refugiado tiene que ayudar a centrar la atención mundial en la difícil situación de quienes huyen de conflictos o persecuciones, para que no pierdan la vida en el intento y no se la hagamos más difícil cuando se encuentran entre nosotr@s.
Un refugiado es toda persona que debido a fundados temores de ser perseguido por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no puede acogerse a la protección de su país.
Los países en los que buscan refugio y protección, tienen que comprometerse en medidas efectivas que aminoren el sufrimiento de tantos seres humanos.
Es urgente arbitrar los medios y mecanismos necesarios para agilizar la tramitación y el estudio de las solicitudes de protección internacional, su retraso, está influyendo de manera decisiva en la integración de dichos solicitantes, al acceso al mismo, contando con un asesoramiento legal. Estos deben propulsar que: